MELANCOLÍA ERÓTICA


Pequeño Cabaret Poético Musical

En el 1600, se diagnosticó a una extraña enfermedad como "melancolía erótica". Hoy, en la soledad de un teatro, una mujer ensaya su show. Y a través de una narrativa sutil que entreteje canto, cuerpo y palabra, dice y denuncia el origen de aquel misterioso mal. En una intensa intimidad, con poesía y humor de cabaret, "Melancolía Erótica" revela el abuso de poder implícito en las relaciones afectivas.




HISTÓRICO DE FUNCIONES:

- Agosto 2012. Querida Elena. Barracas
- Teatro El Desguace, Ciclo de Unipersonales, 7 y 14/6/12.
-La Usina, Paraná, 16/7/11
-Vicente El Absurdo. 30/7/11
- Sorelle San Gabriel, León, México, 26/2/2011
- El Breve Espacio, Puebla, México, 23/2/2011
- Museo de la Mujer, 19/11/2010
-Agencia La Vaca, 22 /10/2010
-Teatro Municipal, Bahía Blanca, 19/8/2010
-Teatro Belisario, Marzo-Abril y Junio-Julio 2010, Octubre 2009
-1er Encuentro Internacional de Teatro Brown en Escena,
28/11/2009
-VI Encuentro Internacional de Monólogos de La Tigra, Chaco, 11/9/2009
- La Noche de los Museos, Bahía Blanca, Julio 2009


FICHA TÉCNICA


Supervisión musical: Carmen Baliero

Asesoramiento coreográfico: Viviana Iasparra

Diseño de luces: Matías Sendón

Diseño de vestuario: Vessna Bebek

Realización de vestuario: Nancy Murena

Fotografías: Tomás García Puente

Diseño gráfico: Diego Casado Rubio

Asistencia de dirección: Federico Costa

Dirección: Emilia Escaris Pazos

Idea, dirección general e interpretación: Josefina Lamarre



Contacto: josefinalamarre@gmail.com

CRÍTICAS DE MELANCOLÍA ERÓTICA

Por Moira Soto: " Un dolor ceñido en el alma y en el cuerpo". Josefina Lamarre crea un show singular que da cuenta de su madurez y osadía como artista. Melancolía Erótica es una obra autónoma, con un universo propio que se perfila con cohesión y redondez. Un mundo que opera con imágenes netamente teatrales de gran sugestión y de evocadora sensualidad, que se sostiene e intensifica a medida que la actriz-cantante-bailarina desgrana, reescribe canciones con su voz, con su cuerpo.

Jorge Moya - "La vida de noche", Radio Belgrano: Melancolía Erótica pone al espectador ante la sorpresa de lo inesperado. Josefina Lamarre, dueña de una muy buena voz, es talentosamente distinta.


Por Natalia Fernández Acquier:
Como excepción a la regla de aquel decir que reza: “con el arte perdemos la individualidad y el dolor”; Melancolía Erótica penetra por su individualidad y duele. Castiga y recompensa. Desde una coreografía del dolor canta –a la vez que cuenta- lo monstruoso desde lo bello (admirable oximoron si los hay). En una acertada, íntima e intrigante oscuridad, su talento destella.



Por Guadalupe Treibel

http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/13-5594-2010-03-21.html


Por Dianiel Gaguine ( Noticias Urbanas)

Canciones que desarrollan una historia de tabúes y hechos que no se podrían relatar.En Melancolía Erótica, la poética y la sutileza para abordar algunas cuestiones son meritorias obteniendo mejor resultado que un discurso de barricada. Josefina Lamarre le pone el cuerpo y el alma (además de la voz) a una puesta visceral y arriesgada en todo sentido.Será de lo más interesante para ver en la cartelera porteña. http://www.elcaleidoscopiodelucy.blogspot.com/


Por Patricio Abadi

Hay historias guardadas en el cuerpo. Se multiplican los espejos y cae el rocío sobre el campo de las resonancias.Ha decidido transformar las lágrimas en poesía y cuenta con los vehículos expresivos.A través Melancolía Erótica, la protagonista se piensa y nos piensa mientras nos lleva de paseo por un bosque encantado de intensas melodías y dulces desconsuelos.


Por Diego Braude ( Imaginación Atrapada)

Con elementos de cabaret y de performance, la protagonista interpreta a una cantante que utiliza cada canción como una suerte de máscara, a través de la que se estiliza y se multiplica en distintas mujeres...todas atravesadas por un estado que abrazan o contra el que se rebelan. Melancolía Erótica no habla sólo del amor ausente sino de que las relaciones son siempre utilitarias y con un elemento de poder fuerte.

http://www.imaginacionatrapada.com.ar/Teatro/2009/11/09/cuerpos-y-corazones-solitarios-ii/

Por María Santos: Estado de emergencia

"Pero el cuerpo está también directamente inmerso en un campo político; las relaciones de poder operan sobre él una presa inmediata; lo cercan, lo marcan, lo doman, lo someten a suplicio, lo fuerzan a unos trabajos, lo obligan a unas ceremonias, exigen de él unos signos". Michel Foucault


Por estos tiempos resulta tentador señalar víctimas y victimarios, sin embargo, Melancolía Erótica logra ubicarse en el borde del abismo. Un cuerpo que se desarma, para luego constituirse en escena a partir de sus marcas de deseo.¿Cómo desear, cómo ser a partir de una primera marca erótica precoz? ¿Cómo se desea si la primera huella del amor está en el terreno más violento de las geografías mortales? Allí radica lo esencial de la obra, en la génesis del cómo por fuera de toda ética vacía y obvia. Es un teatro vivo, un drama que late, un ensayo de resistencia. Los lenguajes utilizados por la protagonista son impecables, a falta de palabras para rodear al demonio, la melodía permite que cada espectador imagine su propio monstruo. La obra culmina con un cuerpo verdadero, lleno de faltas y dudas. Lo esperanzador? Un ser que puede pensarse, recorrer el camino una y otra vez, sostener la tensión sin denuncias lógicas, comprenderse primero para rechazar después. Fascinante.



Una voz que desuella el cuerpo


Lo real se filtra perturbadoramente por las grietas del entramado de la realidad. La voz rasga la piel de un cuerpo aparentemente normal, para dejar emerger otro, oscuro, obsceno, infernal. Se perturba la relación entre la superficie y su debajo. Un sonido mantiene el espacio abierto y vacío y vuelve visibles las marcas y la asquerosa sustancia del goce.

David Lynch o la depresión femenina, por Slavoj Zizek ( Las metástasis del goce)

Historia de la Desmentida

Abuso sexual : Violencia de la desmentida

Por Isabel Monzón

Breuer y Freud publican sus Estudios sobre la histeria en 1895. En dos historiales clínicos, Sigmund Freud afirma que sus jóvenes pacientes enfermaron a raíz del abuso sexual sufrido en los primeros años de la pubertad. En ambos casos, dice, eran sus tíos quienes, además de "asediarlas sexualmente", las amenazaban con castigarlas si ellas hablaban. Uno de esos historiales es el de Katharina, que en el momento de la terapia tenía dieciocho años y el otro es el de Rosalía. Pero en 1924, Freud agrega al historial clínico de Katharina una nota a pie de página en la que dice:

"Después de tantos años, me atrevo a infringir la discreción antes observada y a indicar que Katharina no era la sobrina sino la hija de la hospedera. Vale decir que la muchacha había enfermado a raíz de unas tentaciones sexuales que partían de su propio padre. Una desfiguración como la practicada por mí en este caso debería evitarse a toda costa en un historial clínico".

Más adelante, Ferenczi afirma que esos adultos con predisposiciones patológicas confunden los juegos y conductas de l*s niñ*s con los deseos de una persona sexualmente adulta, confusión que los lleva a abusar sexualmente de las criaturas. El/la niñ* puede intentar protestar, pero a la larga es vencido por la fuerza y la autoridad aplastante del adulto. Llevado por el temor y la indefensión, la criatura se doblega a la voluntad del agresor y lo introyecta, para poder seguir sosteniendo con él un vínculo de ternura. A este mecanismo de defensa mental lo llamará "identificación con el agresor".

Las criaturas abusadas denuncian, de una u otra manera, que los adultos les asesinan la infancia y que, como ellas no pueden confiar en los encargados de cuidarlas, el mundo se les derrumba. En los casos más leves desarrollarán una neurosis o síntomas psicosomáticos; en los más graves una psicosis.

Pero aprender a detectar el abuso es imprescindible. Para ello, es necesario no cerrar nuestra capacidad de escuchar a los otros ni a nosotros mismos, en tanto posiblemente de alguna manera pudimos haber sido también víctimas de abuso y/o violencia durante nuestra infancia. Es decir, es imprescindible trabajar con nuestra propia desmentida, con nuestra propia tendencia a no querer ver aquello que, por terrible y siniestro, preferimos decidir que no existe.

Cuando escuchamos a nuestra paciente adulta recordar el abuso, nos encontramos con esa niña aterrada, impotente, que se considera culpable, de manera similar a lo que nos relatan los terapeutas que atienden niños abusados. Sólo que ahora, en lugar de tener frente a nosotros a una criatura en su hora de juego, nos encontramos frente a una mujer que viene, desde lo exterior sola pero que siempre trae, en su interior, junto a la niña que ella fue, a todos los personajes internos que de alguna manera estuvieron en su vida durante el tiempo del abuso, fundamentalmente los padres y el abusador.

Esta adulta que nos consulta muchas veces se encuentra trabada en la posibilidad de librarse de su identificación con el agresor y de juzgar al verdadero culpable del abuso.

A veces, el relato del abuso se presenta de manera espontánea y hasta inesperada. Otras, el terapeuta puede inferirlo y detectarlo a través de sueños o de síntomas.

Cuando la criatura abusada se vuelve adulta, con su desmentida logra convencerse, muchas veces, que el abuso no ocurrió.En la desmentida, la percepción que es dada por inexistente proviene de la realidad externa. Algo que existe no existe, algo que se ve no se ve, algo que sucede no sucede, algo que pasó no pasó. Cuando la desmentida se pone de tal manera en funcionamiento, el propio yo queda dañado, en tanto es atacada su capacidad de reconocer una percepción, de aceptar algo como existente, de discriminar como propia una sensación corporal

A diferencia de las personas sobrevivientes de desastres públicamente reconocidos, las personas que han sido abusadas sexualmente durante su infancia, no saben por qué se sienten así. Frecuentemente sus recuerdos del trauma o están fragmentados en desconcertantes mosaicos o no existen en lo absoluto. Estas personas son "veteranas de guerra muy particulares", guerras que han tenido lugar, por ejemplo en la cama de su propia habitación o en la casa del vecino, con una secuela de heridas que tal vez nunca hayan sido ni vistas ni curadas por nadie. Además, rara vez existen testigos. En el escenario del abuso sólo se encuentran la pequeña víctima y el victimario.
Cuando el abuso es en edad muy temprana, no hay aparato psíquico capaz de poder simbolizarlo en palabras, aparecen llantos y temores que luego se trasforman en actos y juegos infantiles.

La sobreviviente del abuso en general está más enojada con su madre que con el abusador. Cree que su madre es cómplice. Espera de ella todo el cuidado, deposita en ella su confianza. Necesita que su madre le crea, aunque en realidad muchas veces ésta la acusa de mentirosa o, como sucedió con Adriana, no es protegida.

Cuando un paciente que ha sufrido abuso empieza a saberse dueño de sí, aprenderá a protegerse y a proteger a otros -por ejemplo, a sus hijos- de otras posibles situaciones abusivas .
CRÍTICAS COMPLETAS SOBRE MELANCOLÍA ERÓTICA

Por Patricio Abadi

Se planta frente al público y canta su dolor.

Se multiplican los espejos y cae el rocío sobre el campo de las resonancias.

Ha decidido transformar las lágrimas en poesía y cuenta con los vehículos expresivos.

Melancolía es ese abrazo que no está, ese pozo ciego de la historia personal de cada uno.

Erótica es la pulsión vital que, aunque el cuerpo esté triste y la mente afiebrada, provoca en nosotros un deseo sucida de morir en medio de uno de esos abrazos de tirabuzón.

A través Melancolía Erótica, la protagonista se piensa y nos piensa mientras nos lleva de paseo por un bosque encantado de intensas melodías y dulces desconsuelos.


POR MOIRA SOTO

UN DOLOR CEÑIDO EN EL ALMA Y EN EL CUERPO

“¿Acaso las pasiones nos hacen más desdichados que felices?”, se pregunta Madame du Châtelet en su Discurso sobre la felicidad, en pleno siglo XVIII, sin dar con la respuesta definitiva. Pero señala perspicaz: “Las personas desgraciadas resultan más interesantes, mientras que las felices son ignoradas…”Acaso sin saberlo en la senda de la talentosa Madame –largo tiempo amante de Voltaire, luego sufrida enamorada de un joven ingrato que no la merecía-, Josefina Lamarre, entre las penas y alegrías que suele procurar la pasión amorosa, elige las primeras para crear un show singular que da cuenta de su madurez y osadía como artista. La vibrante, espléndida intérprete de Mujeres en el baño, sigue sumando a través de Melancolía erótica, no solo como actriz y cantante: le pertenecen aquí, asimismo, la idea original, la dramaturgia y la dirección de un espectáculo que cruza géneros y registros, que juega con el intertexto y la apropiación para producir una obra autónoma, con un universo propio que se perfila con cohesión y redondez.Un mundo que va más allá de los códigos del repertorio de las canciones elegidas con libertad y desprejuicio, hiladas por una temática afín, porque opera con imágenes netamente teatrales, de gran sugestión, que desembocan en una narrativa donde la atmósfera de cuasi postración por dolor de amor, teñida de evocadora sensualidad (que aflora desde los recuerdos y del propio regodeo de la protagonista en su aflicción), que se sostiene e intensifica a medida que la actriz-cantante-bailarina desgrana, reescribe canciones con su voz, con su cuerpo. Porque la fuente de la que bebe JL son esos temas populares de los que todos, en alguna medida y haciendo cada cual la selección que le cuadra, solemos adueñarnos por pura identificación, agradeciendo que alguien haya calado tan hondo en nuestros sentimientos y nos exprese con tanto acierto. Lamarre, después de mucho probar e investigar, ha integrado una serie de canciones y textos (Chabuca, Virus, Annie Lenox, Bola de Nieve, Bjork, Marosa, Barthes…) que dialogan y se potencian entre sí y que a la vez devienen en monólogo interior de ese personaje de mujer desollada que lleva a escena. La intérprete parecería estar adentro consumiéndose, y a la vez afuera observando a este personaje con empatía, un dejo de ironía (por lo tanto, de crítica), de compasión: como si la intérprete, al tiempo que construye la congoja de su personaje, también sufriese (como dramaturgista, como directora) por ese personaje y sus desdichados amores. Personaje en el que ciertamente hay un reflejo masoquista tan humano, una fruición en el dejarse llevar y llegado el caso, tocar fondo. Como si quisiese llegar a la raíz de ese dolor punzante que conduce a tal desolación, que revela tanta fragilidad. En algún punto, no parece aventurado establecer un paralelo con Las voz humana, de Cocteau –pese a los disímiles recursos empleados-, con aquella mujer que a través de las modulaciones de su voz, de cambiantes actitudes que responden a oscilaciones anímicas, desnuda sus sentimientos frente a la fatalidad, intentado alternadamente negarla, desviarla, tomar revancha…JL canta y actúa las canciones como si le brotaran espontáneamente, como si ella las hubiera escrito. Bella en su desolación, en su desgarro, en su voluptuosa languidez, en su desnudez más íntima y privada. Entre otras asociaciones, Lamarre podría ser pensada como la musa de un Antonioni del XXI (ay, si lo hubiera), correr una extraña aventura en una isla desconocida, incendiarse en un desierto rojo… Neurótica, tornadiza, sensitiva en busca de un absoluto inhallable.Retornando a Madame du Châtelet, si en este navegar por el mar de las pasiones, “la razón es la brújula y la pasión es el viento”, en Melancolía erótica se han borrado los puntos cardinales y sopla un desfalleciente céfiro crepuscular.

Por Natalia Fernández Acquier

nfatraducciones@hotmail.com

“Viven en nosotros innúmeros; si pienso o siento, ignoro quien es que piensa o siente. Soy tan sólo el lugar donde se siente o piensa. Tengo más almas que una. Hay más yos que yo mismo. No obstante, existo. Indiferente a todos. Los hago callar: yo hablo. Los impulsos cruzados de cuanto siento o no siento disputan en quien soy. Los ignoro. Nada dictan A quien me sé: yo escribo.” Fernando Pessoa.
Como excepción a la regla de aquel decir que reza: “con el arte perdemos la individualidad y el dolor”; Melancolía Erótica penetra por su individualidad y duele. Castiga y recompensa. Dialoga con un cuerpo violentado, de placer exorcizado; naturaliza lo perverso desde el goce y lo sublima. Desde una coreografía del dolor canta –a la vez que cuenta- lo monstruoso desde lo bello (admirable oximoron si los hay). La música de su voz seduce sin límites; caprichosa es la melancolía por la que nos arrastra y –como a su personaje-nos gusta, nos conmueve, nos subyuga.Osada pelea contra su sufrir ; reflexiona desde la canción sobre el sentir. Con sabiduría y esplendor hermana el amor con el dolor y lo hace desde un despliegue artístico inmenso, de extraordinaria calidad. Abusa del espectador –independientemente de cual sea su género- por su indescriptible belleza. En una acertada, íntima e intrigante oscuridad, su talento destella. “…con el tiempo encadenamos los placeres (…) Los placeres son trásfugas. Huirán los verdugos, siguen las canciones”.

Sobre el tratado de Jacques Ferrand:

" Melancolía Erótica o Enfermedad de Amor " ( 1623 )

Las pasiones del alma no pueden ser entendidas sólo como perturbaciones, pues también actúan como una positiva lente de aumento en tanto que fortifican y hacen que duren en el alma los pensamientos.
Descartes, 1649


Aunque Ferrand fuese el primero en dedicarle en exclusiva un tratado, la enfermedad melancólica vinculada al amor había sido objeto de estudio entre sus antecesores, ya fuesen médicos, filósofos o literatos. Pero fue durante su época cuando la melancolía amorosa fue centro de atención de un modo muy notorio, como lo muestra el hecho de que inspirara gran número de tesis para la obtención del doctorado en medicina y que ocupara un lugar destacado en todos los textos que sobre la tristeza escribieron sus prestigiosos contemporáneos, como la monumental " Anatomía de la melancolía" de Robert Burton (1621). Es que se trataba de una época de transición, donde convivían la fidelidad a las tradiciones y el cultivo de grandes cambios. La espera y el miedo se consideraron defectos aborrecibles y se combatió ostensiblemente a las pasiones tristes. Una lucha ambigua y prudente, consecuente con el mundo barroco.
Hoy, sin embargo, no podemos abordar el tema sin tener en cuenta toda la experiencia acumulada: las enseñanzas sobre el deseo que aportaron los libertinos, el valor de la repetición que Kierkegaard analizó en el tormento casi religioso del seductor, la pasión por lo oscuro de los románticos, la presencia del inconsciente freudiano respecto al duelo del enamorado. Y así es como Ferrand, desconociéndolo aún, habla de " la dificultad de tratar a quien no quiere hacerlo " ( pues todo amante vive de acuerdo a sus pasiones ) pero que " de ningún modo podemos observar en esa viva resistencia, el gusto por la tristeza y la atracción por lo oscuro que tanto pueden tentar al melancólico y que que están siempre presentes, aunque se finjan en el olvido ".
Este libro concluye recordándonos el " remedio" que Demócrito, padre de la medicina y doctor universal de la melancolía, aconsejó a sus ciudadanos: " el remedio más eficaz y fácil conocido en nuestra profesión es el refinamiento y el pefeccionamiento de la sabiduría".






19 de Noviembre: Día Mundial para la Prevención del Abuso Infantil.

Que La Convención sobre los Derechos del Niño, incorporada en la Constitución Nacional y ratificada por Argentina en 1990, considera a todos los niños, niñas y adolescentes sujetos de derecho.

Que este documento configura el horizonte al cual deben apuntar los esfuerzos de las políticas públicas y el accionar de la sociedad en temas que afectan a las personas menores de 18 años.

Que se entiende por “abuso” infantil el hecho que proviene de una persona más grande, fuerte o con mayor autoridad, sobre quien el niño/adolescente no tiene control.

Que todas las formas de maltrato producen en los niño/as/adolescentes daños variables en función de diversos factores, especialmente la intensidad con que se ejercen y su persistencia en el tiempo, pero siempre significan un atentado contra su vida y su salud afectando su desarrollo integral y dejando secuelas en su futuro personal.

Que aún cuando el niño/a/adolescente no lo registre como dañino, el Abuso Infantil es siempre un hecho traumático y provoca mayores o menores perturbaciones en el desarrollo psicofísico del infante y del adolescente, muchas de las cuales se hacen evidentes recién en la edad adulta.

Que los trastornos que produce el abuso pueden manifestarse de distintas maneras: en el aprendizaje, en la conducta, en la sexualidad, psicosomática, y/o corporal, en la deserción, en el fracaso escolar, en conductas delictivas, etc.

Que madres/padres, docentes y miembros de organizaciones de la sociedad civil, debemos utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para evitar el abuso infantil, y además difundirlas, para que cada uno de nosotros desempeñe el papel que tiene en la prevención y en poner fin a esta situación.

Que la sociedad civil, la escuela y los medios de comunicación son tres actores fundamentales para actuar en contra y en la prevención del abuso hacia los niños/as/adolescentes.

Que debemos incentivar métodos adecuados de crianza y educación que ayuden al desarrollo de la autoestima en los niños/as/adolescentes.

Que debemos educar a los niños \ as y adolescentes en el ejercicio de sus derechos.

Melancolía Erótica en el 6to Festival Internacional de Monólogos de La Tigra, Chaco

Melancolía Erótica en el Encuentro Internacional Brown en Escena

Brown en escena fue pensado como un espacio de encuentro, de carácter internacional, que reúna a actores, directores, pedagogos, investigadores, docentes y estudiantes de teatro, procedentes de la región, del país y el extranjero, junto con los espectadores de la comunidad.




El colectivo teatral y la Compañía de Teatro Espacio Vacío aunaron esfuerzos junto a la Subsecretaría de Cultura de Alte. Brown, para arribar a la construcción de un Encuentro que propicie el intercambio de experiencias, pero a la vez, con un perfil fuertemente radicado en el campo pedagógico. El objetivo central es fomentar y profundizar tanto la formación de artistas teatrales locales, como así también de espectadores de teatro.

A los efectos de formalizar dicho objetivo, se propone una programación que abarca obras de teatro, pero también seminarios, talleres, homenajes, work in progess, proyecciones, charlas, proyectos pedagógicos, a cargo de profesionales del área de gran reconocimiento internacional.

El Encuentro se abre hacia un Teatro en cruce con el Movimiento, con el Sonido, con la Plástica, con el Espacio y el Cine, con el propósito de colocar al espectador en una amplitud de experiencias que lo enfrenten a una diversidad expresada en las nuevas búsquedas estéticas y tendencias, abordando al Teatro como un verdadero continente de lenguajes artísticos.

Martín Wolf
Programador general del Encuentro
Director de El colectivo teatral

20:30 hs. OBRA DE TEATRO - Sala Hugo del Carril
Melancolía Erótica
(Ciudad de Buenos Aires)


Lo real se filtra perturbadoramente por las grietas del entramado de la realidad. La voz rasga la piel de un cuerpo aparentemente normal, para dejar emerger otro, oscuro, obsceno, infernal.




FICHA TECNICA
Supervisión musical: Carmen Baliero
Diseño de vestuario: Vessna Bebek
Diseño de luces: Matías Sendón
Fotografía: Tomás García Puente
Diseño gráfico: Diego Casado Rubio
Asesoramiento coreográfico: Viviana Iasparra
Asistencia de dirección: Federico Costa
Dirección: Emilia Escaris Pazos, Josefina Lamarre
Idea e interpretación: Josefina Lamarre


martes, 16 de febrero de 2010

CRÍTICAS SOBRE MELANCOLÍA ERÓTICA

Por Moira Soto, Natalia Fernández Acquier,Diego Braude, Patricio Abadi

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